El mundo financiero está experimentando cambios fundamentales con la entrada de las monedas digitales en el mercado. El sector financiero es testigo del creciente reconocimiento de dos tipos de moneda digital, ya que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) coinciden ahora con las criptomonedas descentralizadas, como Bitcoin y Ethereum. Comprender la naturaleza distintiva de las monedas digitales es fundamental porque cada una tiene su propio efecto en el sistema monetario.
Unir tradición e innovación con los CBDC
Una moneda fiduciaria nacional aparece en forma digital cuando los bancos centrales crean y controlan estos activos digitales conocidos como CBDC. El Banco Central Europeo (BCE) está trabajando activamente en la creación del euro digital como sustituto seguro del efectivo y sistema de pago digital eficiente. El euro digital se ha diseñado para realizar transacciones rápidas, tanto en línea como fuera de línea, manteniendo la privacidad del usuario.
Los objetivos centrales de diseño de los CBDC se centran en lograr sistemas de pago más rápidos, preservar la autoridad monetaria de un país y ampliar el alcance de los servicios bancarios. Los bancos centrales pretenden mantener la supervisión de la política monetaria y ofrecer servicios de moneda digital fiables tanto a consumidores como a empresas a través de su solución digital respaldada por el Estado.
Descentralización y autonomía financiera a través de las criptomonedas
En cambio, las redes descentralizadas de blockchain que soportan las criptomonedas no se someten a la supervisión de las autoridades centrales. El sistema de dinero electrónico Peer-to-Peer (P2P) de Bitcoin introdujo el concepto de transacciones sin fronteras, que no se enfrentan a interferencias de la censura. Las criptomonedas benefician a los usuarios porque descentralizan las transacciones, lo que proporciona un control independiente de los activos junto con un control financiero independiente.
Sin embargo, la falta de supervisión reguladora crea múltiples dificultades, como la inestabilidad de los precios, las amenazas a la seguridad del sistema y la posible implicación de actividades delictivas. Los problemas asociados a las criptomonedas, sin embargo, no han impedido que generen innovaciones en los servicios financieros y susciten diálogos sobre sistemas financieros descentralizados (DeFi) en los mercados mundiales.
Implicaciones para el sistema financiero mundial
El sistema financiero mundial se enfrenta tanto a posibilidades como a obstáculos debido a que los CBDC comparten existencia con las criptodivisas. Los CBDC apoyan simultáneamente la optimización de la velocidad de las transacciones internacionales, minimizan los gastos y mejoran la solidez de las políticas de los bancos centrales. Por el contrario, las criptomonedas dan lugar a nuevos métodos financieros que funcionan al margen de las instituciones bancarias establecidas.
Diferentes organismos reguladores se esfuerzan actualmente por incorporar las monedas digitales a sus actuales sistemas de gestión financiera. La Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM) expresa su preocupación por los riesgos de las criptomonedas para la estabilidad financiera, ya que las finanzas tradicionales siguen integrándose en el mercado de las criptomonedas.
Conclusión
Las monedas digitales demuestran una transformación fundamental de los métodos que utilizan las personas para almacenar y transmitir valor a través de sus sistemas. La solución de pago digitalizada de los CBDC se ajusta a las normas reguladoras y a la estabilidad, pero las criptomonedas ofrecen redes de pago descentralizadas frente a los sistemas financieros tradicionales. El desarrollo de las divisas digitales decidirá su impacto en las finanzas mundiales en función de cómo las adopte la gente y del progreso de la tecnología y de cómo las gestionen los gobiernos.
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